Hace unos años, viajar por México significaba adaptarse a las opciones de hospedaje tradicionales: hoteles en zonas turísticas, hostales en ciudades grandes o, si tenías suerte, una recomendación de un amigo que conociera un lugar especial. Sin embargo, con la llegada de Airbnb, todo cambió.

Soy Diego, tengo 29 años y mi vida ha girado en torno a viajar y descubrir nuevas experiencias. Siempre he creído que la mejor manera de conocer un lugar es viviéndolo como local, explorando sus rincones escondidos y sumergiéndome en su cultura. Airbnb me abrió las puertas a este estilo de vida, primero como viajero y después como anfitrión.

De viajero a anfitrión: Cómo Airbnb cambió mi perspectiva

Mi primera experiencia con Airbnb fue en San Cristóbal de las Casas. Me hospedé en una cabaña increíble dentro de un bosque, algo que jamás habría encontrado en un hotel convencional. Fue ahí donde entendí el verdadero valor de este modelo: acceso a lugares únicos, una hospitalidad más auténtica y la posibilidad de conectar con personas locales que realmente quieren compartir su entorno.

Esa experiencia me inspiró a dar el siguiente paso: convertirme en anfitrión. Comprendí que Airbnb no solo era una plataforma para viajar, sino también una oportunidad de inversión y crecimiento. Hoy, cuento con cinco propiedades en diferentes estados del país:

1. Tulum – Un loft en la selva con piscina privada.
2. Guadalajara – Un departamento en el corazón de Chapultepec.
3. San Miguel de Allende – Una casita colonial con terraza.
4. Valle de Bravo – Una cabaña con vista al lago.
5. Oaxaca – Un estudio bohemio en el centro histórico.

Cada uno de estos espacios me ha permitido no solo diversificar mis ingresos, sino también compartir con otros viajeros lo que amo de estos lugares.

El crecimiento de Airbnb en México y mi próximo destino: Michoacán

En los últimos años, Airbnb ha transformado por completo la manera en que las personas viajan en México. Lugares que antes parecían inaccesibles o con opciones limitadas de hospedaje ahora están llenos de oportunidades para turistas nacionales e internacionales.

Un claro ejemplo de este crecimiento es Michoacán. Con su riqueza cultural, su belleza natural y su creciente atractivo turístico, veo en este estado una gran oportunidad para expandir mi modelo de negocio. Pueblos mágicos como Pátzcuaro, la zona lacustre, Morelia con su arquitectura colonial y hasta la costa michoacana con sus playas aún poco exploradas, están convirtiéndose en destinos cada vez más demandados.

Mi objetivo para este año es establecer una nueva propiedad en Michoacán, probablemente una cabaña en un entorno natural, ideal para viajeros que buscan desconectarse y vivir una experiencia auténtica.

¿Cómo funciona el modelo de Airbnb como negocio?

Para quienes han considerado Airbnb como una opción de inversión, el modelo es más sencillo de lo que parece:

1. Encuentra una propiedad atractiva – Puede ser un lugar que ya tengas o una inversión específica para rentas temporales.
2. Equípala con todo lo necesario – Un buen diseño y funcionalidad son clave para atraer a los huéspedes.
3. Publica tu espacio en la plataforma – Con fotos de calidad, una descripción atractiva y un precio competitivo.
4. Ofrece una excelente experiencia al huésped – Desde la comunicación hasta los pequeños detalles que hagan que su estancia sea inolvidable.
5. Optimiza tu operación – Automatiza procesos, contrata limpieza profesional y ajusta precios según la demanda.

Este modelo me ha permitido generar ingresos pasivos mientras sigo viajando y explorando nuevos lugares. Lo mejor de todo es que sigo en el camino, aprendiendo y ampliando mis horizontes.

Si alguna vez has pensado en convertirte en anfitrión o simplemente buscas viajar de manera diferente, te invito a sumergirte en la comunidad de Airbnb. Quién sabe, tal vez el próximo destino que descubras se convierta en tu siguiente inversión.

¿Has tenido una experiencia increíble en un Airbnb? ¡Cuéntamela en los comentarios!